PEDIATRÍA

La fisioterapia infantil supone el tratamiento de bebés y niños con patologías que requieran la reeducación funcional vinculada con el desarrollo motor y el aprendizaje del movimiento. “De forma tradicional, se ha realizado a través de tratamientos en patologías neurológicas (como las múltiples formas de parálisis cerebral infantil, tortícolis congénitas, enfermedades neuromusculares…); en anomalías de carácter traumatológico y ortopédico (como las malformaciones congénitas del pie, o escoliosis); en procesos reumatológicos; en problemas de tipo respiratorio (como fibrosis quística o asma infantil) y, en general, en todas aquellas enfermedades que limiten la relación del niño con el entorno”.
En estos casos, los tratamientos van encaminados a restablecer las funciones dañadas y guiar al niño durante su desarrollo motor con la estimulación psicomotriz y neuromotriz necesaria, y las técnicas habituales son la fisioterapia respiratoria, los métodos de estimulación, la psicomotricidad, el tratamiento postural, o los vendajes funcionales.
Prevención y promoción de la salud infantil
La fisioterapia pediátrica también cumple un papel clave en la prevención de problemas de salud, sobre todo cuando se emplea desde edades muy tempranas. “En afecciones leves que no comprometen el desarrollo del niño, como los cólicos del lactante o los trastornos del sueño, es más importante el abordaje de los síntomas. En estos casos, la terapia manual alivia rápidamente las molestias si se es constante en las sesiones”,


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